Blogia
rafaelrr

A CORAL

A CORAL

A CORAL

 

Hola, Coral:

Hoy, como otros muchos días he abierto el Messenger. Y ahí estaba tu nombre. Pero ya no resulta tan mañanero, alegre y jovial como antes. Ahora permanece emuhecido, triste, callado, silencioso. Es cierto que a primeras horas no daba para mucho más que para un saludo, mientras te ibas acomodando con tu taza de te calentita. Para eso se esperaba a que fueran las dos de la tarde, para mantener una charla más distendida. Entre bromas, confesiones, risas, ningún debate pero si intercambio de pareceres.

Hoy resulta tormentosamente extraño. Ensordezodoramente castigador.

Ayer mismo, pretendía castigarte por haberme echo esto sin tan siquiera comentármelo. Ayer mismo me abatió  la rabia y la furia. Ayer mismo pretendí borrarte del Messenger y no querer saber más nada de ti. Pero solo fue un instante irracional. Porque aunque te borrara de los contactos, no podría olvidarte de mis pensamientos. No podría borrarte de mis recuerdos. No querría que tu marcha fuera definitiva, ni tu misma me lo consentirías.

Un sueño en este tiempo quiso como establecerse en mí como tu despedida: sentados en un banco de la plaza. Sin palabras, con silencios y miradas cómplices. Tu sonrisa, dibujada en los labios…

En momentos como estos, son precisamente cuando se te plasman imágenes en un mosaico compuesto por los instantes, los momentos, el tiempo que hemos compartido y te lamentas en que estos nunca hayan sido los suficientes y que te sepan a poco o no hayas logrado disfrutarlo con una mayor intensidad. Pero, claro, tu coherencia que compartiría nos llevaría a ver que fueron como fueron… “y no fueron de otra forma”.

Ahora solo te diría una cosa: era obvio y evidente, que desde la primera mirada intercambiada entre las páginas de un libro estábamos destinados a entendernos. A que fluyera de una forma u otra ese “filling” que fluía entre nosotros cada vez que estábamos juntos. La distancia y el tiempo, se puso en medio para volvernos a unir y ya nunca más separarnos y mostrarnos de una forma diferente. Única.

Como cada suceso importante en mi vida, las palabras toman forma por sí solas en el intento de un reflejo. Pero ahora quería huir de encontrar su cohesión mas apropiada, elegante o legible. Porque aunque resultara literalmente más apropiado, se zabulliría en lo artificial. Y escapo del verso, pues no te haría demasiada justicia. Bueno eso por no decir que no te gustaría…jejje…. Así que digamos estas palabras sólo van para decirte que no te echare de menos. Porque siempre estarás conmigo. Aunque el Messenger, es cierto que quedará más vacío. Para terminar: sólo me queda recobrar los abrazos y besos que nos dimos, pero con la intensidad tal que tu pequeño cuerpecito te lo partiera en trocitos chiquitos. Muy chiquitos, tanto o más como los fragmentos del muro de Berlín que sirvieron de subvenir de un símbolo. De una idea. De un sentimiento. De un tiempo.